Y que no se malinterprete…
Desde siempre sabemos que septiembre es el mes más importante de la moda. No sólo por sus aclamadas Semanas sino también por la mayor importancia de las publicaciones editoriales (September Issue, esa especie de anuario y número más esperado). No es menos verdadero que los cambios en la industria se vienen dando de una manera vertiginosa (no significa que sea una aspecto negativo, vale la aclaración).
Sólo destacar algunos: los directores creativos permanecen un número limitado de años en las firmas más prestigiosas porque su “enamoramiento” no parece ser hasta que la “muerte” los separe; las formas de llegar al público en general y, sobre todo, a potenciales clientes – salvo excepciones- tienen que ver más con la virtualidad e inmediatez y poco con el aclamado (y necesario) vínculo cara a cara; los referentes de moda parecen sucederse temporada tras temporada; y, muchas veces, las opiniones se limitan a una cantidad de bloggers, otrora detentadas por periodistas especializados.
Si entendemos que el contexto 3.o, encabezado por las redes sociales, no es un “actor” aislado estamos casi convencidos de que las famosas fashion weeks se verán cada vez influidas por éste. ¿Cuánto tiempo más le quedará a las convencionales Semanas de la moda? ¿Es su fin?
El primer síntoma de “desequilibrio” y de ¿cuestionamiento? pareciera ser el significado de la Fashion Week como tal. Convengamos que antes contaba con el privilegio de dar a conocer una colección 6 meses antes de su comercialización. Pero…no estamos ni en los ’90 y ni siquiera en los principios de 2000; si a esto le sumamos el factor ansiedad y el carácter efímero de (casi) todo ¿complican su razón de ser? Hace tiempo que se viene discutiendo este punto. La multiplicidad de copias por las principales cadenas de low cost “atacan” el factor de la originalidad y cuelgan en sus percheros estos “homenajes” al trabajo de los grandes diseñadores. Por eso, no resulta raro que el fenómeno “see now, buy now” – poder comprar la colección inmediatamente luego de su presentación- gane cada vez más terreno. La industria de la moda sabe que es vital acortar los tiempos.
Por su parte, las publicaciones gráficas se alinean tras estos cambios. Las nuevas caras, reinas de Instagram, vienen pisando fuerte y no es extraño encontrar a las instagirls en tapas como Vogue y en ¡September Issue! El caso reciente es el de Taylor Hill y Bella Hadid como protagonistas de la Biblia de la moda. Acá hay un mensaje, y varios hashtags.
